CONVULSIONES
EN NIÑOS CON SINDROME DE ANGELMAN
DR. TERRY HUTCHISON MD. PHD
Agosto de 1995
INDICE
Introducción
Tipos de
ataques epilépticos
Síncopes
o desvanecimientos que no son ataques epilépticos
Ayudas
adicionales para el diagnóstico
Un
método racional para el tratamiento de la epilepsia
Tratamiento
con medicamentos antiepilépticos
Valproate
(Depakine, Depakote)
Benzodiazepinas
(Ativan, Valium, Tranxene, Klonopin, Mogadon, Frisiun, Versed)
Ethosuximide
(Zarontin)
Fenobarbital
Fenytoin
(Dilantin)
Carbamazepine
(Tegretol, Epitol)
ACTH
Felbamate
(Felbatol)
Gabapentin
(Neurontin)
Lamotriginia
(Lamictal)
Vigabatrin
(Sabril)
Dieta
ketogenética
Oxígeno
Otros medicamentos que pueden ser útiles en el Síndrome de Angelman
Estimulantes
(metilfenidate (Ritalin), pemoline (Cylert), dexedrine, metamfetamina)
Antidepresivos
triciclicos (Imipramine (Tofranil), amitriptylene (Elavil)
Nuevos
antidepresivos que actuan sobre el metabolismo serotonin (Sertraline (Zoloft),
buspirone, fluoxetine (Prozac)
Clonidine
(Catapres)
Piracetam
¿Que
pueden hacer las familias?
Las convulsiones ocurren en casi todos los niños con el síndrome de Angelman
empezando en edad muy temprana, a menudo desaparecen en la adolescencia. Al menos por una
vez los ataques en los niños son Angelman pueden ser muy difíciles de tratar.
La parte fundamental en la evaluación de un ataque es la relación de los hechos
pasados. Sin un historial adecuado, el diagnóstico de los ataques y su tratamiento
racional es imposible. Las más de las veces, con un tratamiento a base de medicamentos
anticonvulsivos, los niños con Angelman no mejorarán inicialmente y muchos pueden
empeorar. A veces tienen síncopes que no son ataques. El contexto en el cual los
síncopes se manifiestan son: sueño o insomnio, aburrimiento, excitación cólera, de pie
o sentados, acontecimientos acelarados; es importantes detectar los síncopes. Se pueden
obtener características históricas adicionales para añadirlas al diagnóstico. Sólo
después de un cuidadoso historial, las evaluaciones adicionales de exámen físico,
después el electroencefalograma y, posiblemente, los estudios de imagen, podrán ser
valiosos.
Los ataques suelen ocurrir al anochecer entre el sueño y el insomnio, a pesar de que
pueden ocurrir en cualquier instante. Los síntomas más corrientes son la fiebre y la
pérdida del sueño. Los ataques llegan muchas veces sin motivo alguno y los eventos que
les siguen a menudo no son ataques epilépticos. Es siempre importante mantenerse
imparcial acerca del diagnóstico de los ataques. Cuando crees estar seguro de los
síntomas que aparecen en un niño puede ser que estés completamente equivocado o que los
mismos cambien.
Es muy importante distinguir entre ataques y síndromes epilépticos. Los niños con un
síndrome epiléptico, como el síndrome de Angelman, pueden tener distintos tipos de
ataques. Contrariamente, niños con el mismo tipo de ataques pueden tener distintos
síndromes epilépticos. Los síndromes epilépticos pueden relacionarse a su
localización (debidos a alguna deformidad localizada en el cerebro) o ser generalizados
(surgiendo profundos en el cerebro y apareciendo en los electrodos EEG del pericráneo de
vez en cuando. Pueden ser secundarios (o sintomáticos) de alguna deformidad cerebral o
bien primarios y no asociados con ninguna deformidad cerebral conocida. Los niños con
Angelman tienen una epilepsia secundaria (sintomática) generalizada.
El tipo más común de epilepsia primaria generalizada es tan corriente que se suele
considerar como no epilepsia. Esta condición es conocida como "ataques
febriles", ocurre en niños normales y es a menudo heredada como un rasgo dominante
autosomático (como ojos castaños). Es importante distinguirla de otros tipos de
síndromes epilépticos en los cuales la fiebre dispara los ataques. La fiebre es el
factor principal que desencadena los ataques en la mayoría de los síndromes
epilépticos. La fiebre produce ataques en los niños con Angelman pero los ataques
febriles no son corrientes.
A continuación se detalla una lista simplificada de los principales tipos de ataques
epilépticos. La compresión de sus características ayudará a incluirlos o excluirlos en
los distintos diagnósticos. Muchos creen en convulsiones tónico-clónicas al referirse a
ataques. Esta clase de ataques no son comunes en los niños con Angelman, pero muchas
otras clases pueden ocurrir.
Las convulsiones tónico-clónicas consisten en una fase tónica inicial con rigidez
del cuerpo y los miembros. La fase segunda consiste en espasmos clónicos. Los espasmos
clónicos son una rápida contracción muscular seguida de un largo período de
relajación que da la sensación de control de los movimientos. La correlación con EEG
consiste a menudo en rápida agitaciones en la fase tónica seguidas de una disminución
de la velocidad de las mismas y la aparición de pasajeras oleadas de picos. Cada pico
está asociado con un espasmo muscular y durante la fase tónica los espasmos son tan
rápidos que no hay tiempo para descansar de uno a otro. Después de los síncopes el
niño se siente flojo y somnoliento pero puede estar confuso y combativo. Los estados
convulsivos epilépticos prolongados (ataques continuados de una duración mayor de entre
30 y 60 minutos) pueden dañar el cerebro o conducir a la muerte y esto es una emergencia
médica.
Los ataques de ausencia consisten en la pérdida de conocimiento sin convulsiones.
Suelen ser breves duran menos de diez segundos, y pueden ir acompañados de movimientos
automáticos como chuparse los labios o manosear o revolver la ropa. Los ataques típicos
de ausencia que ocurren en la epilepsia primaria de ausencia generalizada (llamada
antiguamente epilepsia "petit-mal") son a menudo de este tipo. Pueden ocurrir
hasta 200 veces al día, a pesar de que los observadores no pueden señalar más de unos
20 diarios. Los niños con Angelman tienen a menudo ataques de ausencia atípicos. Los
ataques son a menudo más largos y pueden tener más movimientos parecidos a manosear o
rascar que los ataques de ausencia típicos. El estado de ausencia epiléptico ocurre en
los niños con Angelman que suelen tener ataques durante horas o meses.
Los ataques mioclónicos consisten en un solo espasmo de un músculo o grupo de
músculos. Cada espasmo es un ataque. Si hay varios espasmos son a menudo fortuitos y
arrítmicos. Los espasmos pueden ser sutiles o bien implicar una contracción masiva de
todos los músculos del cuerpo. Los ataques mioclónicos suelen ocurrir en niños con
epilepsia generalizada primaria o secundaria. Los ataques mioclónicos pueden ir seguidos
de breves contracciones tónicas y confusión momentánea. Estos desvanecimientos se
transforman en otra clase de ataques llamados ataques de "caida" por pérdida de
tono muscular momentanea (llamados también ataques "astáticos" y
"acinéticos"). En estos momentos a los niños se les puede caer ligeramente la
cabeza, caer en el suelo o contra la mesa sin la posibilidad de protegerse. Estos niños
necesitan a menudo protegerse la cara y la cabeza con un caso.
Los ataques complejos parciales implican alguna alteración del conocimiento. La
persona puede ser sensible al entorno pero por lo general no puede memorizarlo. Los
síncopes pueden ir acompañados de sensaciones raras como malos olores, cosas ya vistas
(dejà vu) o nunca vistas (jamais vu) o micropsia. Voltear la cabeza y los ojos en una
dirección puede ser parte de un ataque complejo parcial. A veces el cuerpo entero da
vueltas o la persona puede andar en círculo.
Los ataques simples parciales implican solo los movimientos motores (casi siempre
clónicos) sin alterar el conocimiento. Cualquier alteración en la percepción o la
memoria le traduce en un ataque complejo parcial.
Los ataques producidos por reflejos son poco corrientes pero ocurren en algunos niños
Angelman. Los ataques pueden ser de cualquier tipo. Cualquier acontecimiento que
aparentemente no tiene nada que ver con la epilepsia desencadena el ataque. La medicina a
menudo no ayuda. Los ataques de susto son a menudo mioclónicos pero pueden ser
convulsivos. Un ruido repentino e inesperado, como una llamada telefónica, puede producir
el ataque. Pueden ocurrir ataques producidos por la comida sólo pensando en ella. Los
niños tienen a menudo ataques a la hora de comer, a veces se recuperan de esos síncopes
y continúan comiendo. Orinar puede producir ciertos ataques. Raramente, estímulos
complejos, tales como leer cierta palabra u oír una melodía dada puede producir el
ataque.
El síncope por espanto es la dolencia más corriente en mi práctica que no se
convierte en un ataque. A menudo el profesor nota estos síncopes cuando el niño mira
fijamente a la ventana o a cualquier cosa en la clase. El niño puede no responder cuando
se le llama por su nombre pero corrientemente vuelve en sí cuando se le toca o se le
sacude ligeramente. Los desvanecimientos no suelen ocurrir cuando el niño se interesa
vivamente en algo. Muchos de estos niños son impulsivos y alocados. Los niños con Angel
tienen a menudo esta clase de síncopes que es casi imposible distinguir de los ataques de
ausencia. La diferencia importante es que en los síncopes por espanto no existe un
verdadero cambio de conciencia.
Los tics son comúnmente mal diagnosticados como ataques. Los tics son movimientos
repetitivos estereotipados, a menudo del cuello o la cara, que tienden a incrementarse
cuando el niño es alocado o está bajo presión. Los tics son bastante corrientes a pesar
de que mucha gente que los tiene lo niega. No ocurren durante el sueño.
Los arranques de cólera son corrientes en todos los niños y en los niños con
Angelman. A veces parece que los niños pierdan el control sin ninguna razón. Sin
embargo, un estudio cuidadoso revela que algún acontecimiento se avecina. Durante los
síncopes el niño puede mostrarse irracional y no responder a las órdenes o a los
intentos de calmarle o apaciguarle. Los síncopes pueden durar hasta más o menos una hora
Después el niño se siente agotado y suele dormirse.
Un síncope es simplemente un desmayo. Suele decirse que los síncopes solo ocurren
cuando el niño está de pie y sin moverse. Una anécdota típica es que en la edad
escolar una niña pierde de repente el conocimiento cuando por la mañana está de pie y
su mamá le cepilla el pelo. Puede ponerse más rígida e incluso tener algunas sacudidas
clónicas durante ese momento. Su color puede ser muy pálido e incluso azulado. Los
chicos también se desmayan.
Los sincopes que dejan sin respiración ocurren generalmente en niños normales de uno
o dos años de edad. El niño exhala y luego no puede inhalar. La pérdida de conocimiento
puede ir acompañada de rigidez e incluso de algunos espasmos. A menudos estos niños
tienen otros síncopes de falta de respiración sin pérdida de conocimiento. Una
característica importante es que la cólera o el dolor, especialmente un dolor
inesperado, preceden siempre a estos síncopes.
El vómito cíclico es a menudo una manifestación de migraña infantil. Puede ser
difícil de distinguirlo de un ataque. A veces los vómitos van asociados con los ataques
o con el estado irregular del funcionamiento del cerebro después de los ataques.
El reflujo gastroesofágico puede producir repentinos casos de rigidez y color azulado
en los niños. Algunas veces la cabeza se inclina a la derecha con el cuello extendido en
respuesta a una irritación del esófago. Esto se llama Síndrome de Sandifer. La
obstrucción intestinal o la hernia de hiato pueden producir síncopes parecidos.
La masturbación a veces conduce a un estado durante el cual el niño no responde al
entorno y puede tener un aspecto de sofoco, ruborizado. Ello se encuentra más a menudo
entre niños con un desarrollo retardado y no implica ningún interés sexual irregular.
Los terrores nocturnos son episodios de miedo que duran unos pocos minutos y durante
los cuales el niño aparece completamente insensible. Después del síncope el niño suele
caer de nuevo en un profundo sueño. Se sabe que estos síncopes sólo ocurrente durante
el sueño profundo, generalmente una o dos horas después de que el niño se acueste.
También ocurre al andar dormido (sonámbulo) durante el sueño profundo y puede
confundirse con un ataque.
El testimonio de los padres sobre los ataques de sus hijos son la piedra angular para
el diagnóstico. Las descripciones de otras personas, como la de un profesor, ayudan a
menudo. Los video domésticos de los ataques son casi siempre más precisos que las
palabras para expresar los aspectos importantes del síncope.
La electroencefalografía es un medio corriente para diagnosticar y tratar la
epilepsia. Un electroencefalograma realizado entre dos crísis es a menudo de ayuda,
particularmente cuando se encuentra una irregularidad que apoya el diagnóstico clínico.
Por otra parte, los niños con Angelman casi siempre dan un electroencefalograma anormal,
sin tener en cambio ataques. Además, puede que no tengan crísis de ataques aunque los
ataques epilépticos estén bien controlados. El diagnóstico de los ataques no puede
hacerse solamente por un electroencefalograma a menos que se produzca un síncope durante
el mismo. Por lo tanto, son útiles los registros electroencefalográficos en ambulatorios
o en la casa es de gran utilidad un vídeo en el cual el electroencefalograma se registra
simultáneamente con las imágenes de televisión. Estos medios requieren que los ataques
sean frecuentes o bien causados por algún cambio ambiental.
Los estudios de imágenes son a menudo de gran ayuda al definir las causas de los
ataques después de que se ha establecido el diagnóstico. Cuando se conoce la razón del
ataque en los niños con Angelman no es necesario un CMRI o CT.
La primera decisión para el tratamiento de la epilepsia es saber si los síncopes son
ataques. Después la siguiente decisión es saber si dichos síncopes han de ser
tratados., Normalmente los ataques no dañan el cerebro pero pueden perjudicar seriamente
su funcionamiento cotidiano. Los efectos secundarios de los medicamentos antiepilépticos
(AED), en particular el fenobarbital, en la conducta y cognitivos, pueden ser más
dañinos que los ataques por sí mismos. En segundo lugar, a menos que las dosis sean
debidamente controladas y la tolerancia del enfermo sea excelente, el tratamiento crónico
con medicamentos antiepilépticos no va a cambiar la frecuencia ni la intensidad de los
ataques. Los estados epilépticos prolongados son una excepción a la regla de que los
ataques no dañan el cerebro. Del cinco al diez por ciento de los niños con un estado
epiléptico convulsivo puede morir.
Los niños con ataques poco frecuentes o con periodos de ataques prolongados o
repetitivos pueden beneficiarse con un tratamiento agudo de AED administrado por sus
padres o incluso por la enfermera de la escuela. El lorazepan es particularmente adecuado
ya que es absorbido rápidamente por las membranas mucosas del paladar, la nariz o el
recto. Es posible poner un comprimido entre los dientes y el paladar incluso durante la
convulsión. El medicamento puede también ser absorbido, aunque un poco más lentamente,
si el niño se traga el comprimido. Otra manera de aplicar el lorazepan es a base de
medicina líquida en la nariz. Los riesgos de depresión respiratoria e hipotensión son
bajos. La administración de diazepan a través del recto es también aconsejable para un
tratamiento agudo. El tratamiento de esta forma puede evitar, para muchos niños, los
riesgos y los gastos relacionados a su transporte al servicio de urgencias de un hospital.
Los niños con el síndrome de Angelman tienen epilepsia generalizada secxundaria
(sintomática). Sin embargo, no es extraño que los medicamentos probablemente mejores
para los niños con Angelman sean los mismos que se utilizan para niños con otros tipos
de epilepsias generalizadas sintomáticas. Los medicamentos para la epilepsia de la
"vieja reserva" son el fenobarbital y el fenytoin (Dilantin). El fenobarbital y
el fenytoin tienen pocos efectos en ataques generalizados que no sean convulsiones
clónico-tónicas. En mi opinión ninguno de estos medicamentos es demasiado adecuado para
el síndrome de Angelman. Es importante tener en cuenta que los niños con Angelman son
muy variables. Lo que es bueno para un niño puede no serlo para otro. Algunos niños con
Angelman siguien teniedo ataques a pesar de un cuidadoso control de sus medicinas. En este
caso el opbjetivo del tratamiento es controlar los ataques con el mínimo de medicinas con
efectos secundarios.
VALPROATE (Depakine, Depakote) ha sido un
remedio milagroso para los niños con epilepsia generalizada primaria y secundaria,
incluídos los niños con el síndrome de Angelman. El Valproate tiene pocos efectos
secundarios pero puede producir somnolencia e hiperactividad parecidas pero menos agudas
que el fenobarbital. La subida de peso y algunas pérdidas de cabello son los ligeros
efectos secundarios. En dósis altas pueden reducirse las plaquetas con el riesgo de
hemorragias. El Valproate ha sido asociado con el síndrome de Reye que consiste en una
enfermedad aguda del cerebro y del hígado que causa la muerte. Esto ocurre casi siempre
con niños menores de dos años y con tratamiento antiepiléptico múltiple. Este grupo
está en peligro por su deficiencia en plasma carnitine. Hay cierta evidencia teórica de
que la administración de carnitine en grupos de alto riesgo puede reducir este riesgo. En
niños mayores sanos el riesgo de hepatoencefalopatía por Valproate es muy pequeño. El
tratamiento con un medicamento con Valproate, como cualquier antiepiléptico, reduce a
menudos los efectos secundarios y mantiene sin embargo el control de los ataques.
BENZODIAZEPINAS (Ativan, Valium,
Tranxene, Klonopin, Mogadon, Frisiun, Versed) pueden ser adecuados para ataques
mioclónicos y de otro tipo. Son muy importantes para el control a corto plazo del estado
epiléptico. Pueden tener efectos secundarios prohibitivos de sedación, aumento en la
salivación y control difícil de la respiración. Algunos niños experimentan un marcado
empeoramiento de su conducta. Las Benzodiazepinas pueden dejar de actuar después de entre
semanas o meses de tratamiento porque el cuerpo equilibra su presencia. El lorazepan
(Ativan) está indicado como un medicamento de urgencia que puede darse como comprimido,
como líquido en la nariz o en el recto, incluso en niños que estén incoscientes.
ETHOSUXIMIDE (Zarontin) es esencialmente
eficaz sólo para epilepsias primarias generalizadas de ausencia (epilepsia petit mal en
términos antiguos) pero no para los ataques atípicos de ausencia del síndrome de
Angelman. Lupus es la reacción más raramente inquietante e inesperada.
FENOBARBITAL y demás de la misma familia,
primidone (Mysoline) y mefobarbital (Mebaral) son los medicamentos antiepilépticos más
antiguos de los que actualmente se suministran. Estos medicamentos, aparte de raras pero
agudas e incluso fatales reacciones alérgicas, raramente causan graves efectos
secundarios sistemáticos. Sin embargo, hiperactividad o somnolencia pueden interferir
seriamente con la escuela y con el desarrollo social y cognitivo.
FENYTOIN (Dilantin) es mucho mejor que el
fenobarbital en cuanto a efectos secundarios en términos cognitivos y de conducta. Los
efectos cosméticos de hipertrofia en las encías, aspereza facial y falta de pelo limita
suy ineficacia a largo plazo en los niñas más que en los adultos. Las dosis de fenytoin
a menudo no se correlacionan bien con los niveles de sangre. Más adelante pueden ocurrir
niveles irregulares altos o bajos sin cambiar la dosis incluso con buena tolerancia. El
fenytoin puede causar graves reacciones alérgicas y a menudo reacciones cruzadas con
carbamazepine. No es muy eficaz contra los ataques mioclónicos o de ausencia o los
ataques de "drop".
CARBAMAZEPINA (Tegretol, Epitol) tiene
alguna semejanza con el fenytoin. Es particularmente eficaz en los ataques parciales. No
es muy eficiente para la mayoría de los niños con el síndrome de Angelman que tienen
ataques generalizados distintos a las convulsiones generalizadas tónico-clónicas. Al
igual que el fenytoin, lal carbamazepina tiene pocos efectos secundarios cognitivos y de
comportamiento. Los síntomas tóxicos más comunes son el vértigo, la doble visión y
las molestias abdominales. Estos ocurren casi siempre cuando se empieza o se aumenta el
tratamiento. Niveles tóxicos de carbamazepina o de fenytoin pueden ocasionar ataques.
Algunos niños con el síndrome de Angelman pueden tener un aumento considerable en
ataques de ausencia cortos pero frecuentes o bien en ataques de caida si se los trata con
carbamazepine.
ACTH es una pequeña hormona proteínica que
produce que el organismo libere cortisol, un tipo de esteroide. Se relaciona con diversas
otras pequeñas proteínas que actúan activamente en el cerebro. Por qué ayuda en las
convulsiones no se sabe. Los esteroides como el Prednisone también impulsan a los ataques
pero no son tan efectivos como el ACTH. El ACTH y la Prednisona tienen muchos efectos
secundarios, incluídos el aumento de peso, la diabetes, reblandecimiento de los huesos,
debilidad muscular y una anormal inmunidad. Estos medicamentos pueden ser utilizados solo
durante un corto plazo y después dejados de lado. Algunas veces la mejora en los ataques
dura por largo tiempo después de que se ha parado el medicamento.
No se ha aprobado ningún nuevo medicamento antiepiléptico en los Estados Unidos desde
hace más de quince años. En los últimos dos años, 1994-1995, tres nuevos medicamentos
antiepilépticos han salido al mercado y otros se están probando. Ello significa un buen
augurio en cuanto a una nueva era en el tratamiento de la epilepsia, con un mayor control
de los ataques y menos efectos secundarios para la mayoría de los niños. También es
preciso que los neurólogos y los pediatras sean más conscientes de los usos y
limitaciones de estos medicamentos antiepilépticos.
FELBAMATE (Felbatol) es un nuevo producto para
el tratamiento de la epilepsia. Su mecanismo de acción no está claro pero es eficiente
para epilepsias parciales y generalizadas. El felbamate se consideró inicialmente libre
de efectos secundarios graves, sin embargo, después de que el medicamento fue lanzado a
la venta por el FDA, se descubrió que, en un promedio de 21 pacientes entre 100.000 al
año, se desarrollaba anemia aplástica. Dos de dichos pacientes murieron. Otros enfermos
tuvieron problemas del hígado posiblemente debidos al felbamate. Por lo tanto y durante
cierto tiempo Carter-Wallace y el FDA no recomendaron su uso. En la actualidad el
felbamate está disponible para aquellos casos en que la gravedad de la epilepsia
justifica su uso. El felbamate raramente produce somnbolencia o sordera cognitiva pero sí
produce trastornos en el sueño. Es común la pérdida de peso debido a falta de apetito.
Un problema ocasional son las náuseas. En oposición al tratamiento corriente de un solo
medicamento, el felbamate puede tener ciertas ventajas cuando se le combina con valproate.
GABAPENTIN (Neurontin) se recomienda como
ayuda en la medicina para ataques parciales pero también puede ser eficaz contras los
ataques generalizados. Tiene pocos efectos secundarios conocidos, los más comunes son la
somnolencia y la ataxia no se metaboliza en el hígado y por lo tanto puede ser útil para
los niños con problemas de hígado. Más recientemente algunos epilepsicólogos han
encontrado reacciones de excitación o hiperactividad en algunos niños tratados con
gabapentin.
LAMOTRIGINA (Lamictal) es un
nuevo medicamento antiepiléptico que bloques la emisión de glutamato excitante
neurotransmisor. No es eficaz en los ataques parciales y en las convulsiones
tónico-clónicas pero puede resultar útil en las epilepsias generalizadas sintomáticas.
El lamotrigine parece tener una baja toxicidad.- Puede producir una fuerte erupción
especialmente si la dosis se aumenta demasiado rápidamente. Hay quien nota sordera o
falta de memora al usar lamotrigine.
VIGABATRIN (Sabril) es un potente
anticonvulsivo que promete para el tratamiento de epilepsias generalizadas y refractarias
parciales. El efecto secundario más corriente es la somnolencia. Los trastornos en el
comportamiento ocurren raramente. Este medicamento ha resultado seguro para el género
humano en extensivos estudios realizados, pero ha causado algunos cambios en el cerebro de
ciertos animales.
Dieta Cetogénica se ha utilizado en
los ataques desde el año 1920. Esta dieta requiere que del 50 al 90% de las calorías
totales provengan de grasas. Esto causa un cambio en el metabolismo del cuerpo ya que esta
grasa se quema por la energía en lugar de almacenarla como grasa corporal y como
depósito de colesterol. La grasa no puede quemarse completamente en la dieta sin el
azúcar o las proteínas. Cuerpos cetónicos, los productos incompletos del metabolismo
graso, pueden ser usados directamente como energía para el cerebro. Se desconoce
completamente el por qué la dieta cetogénica ayuda en el control de los ataques. La
parte más difícil de esta dieta es ceñirse a ella. La reciente divulgación cetogénica
por la Fundación Charlie hace que su tolerancia sea más fácil. Algunas afirmaciones
sobre la eficacia de esta dieta y especialmente que puede curar completamente la epilepsia
son un tanto exageradas.
OXIGENO es suministrado a menudo por el personal
sanitario durante los ataques como parte de su labor pero raramente es útil o necesario.
OTROS MEDICAMENTOS QUE PUEDEN SER UTILES EN EL SINDROME DE ANGELMAN
ESTIMULANTES (metilfenidate (Ritalin),
pemoline (Cylert), dexedrine, metamfetamina) pueden ser útiles para el cuidado de los
problemas del síndrome de Angelman. Con estos medicamentos muchos niños experimentan un
peor comportamiento y algunos pocos tienen peores ataques.
ANTIDEPRESIVOS TRICICLICOS
(Imipramine (Tofranil), amitriptylene (Elavil) es más difícil que empeoren el
comportamiento si bien no son tan eficaces como los estimulantes para mejorar la
vigilancia. Tienden a producir cierto insomnio.
NUEVOS ANTIDEPRESIVOS QUE ACTUAN EN EL
METABOLISMO SEROTONINA (Sertraline (Zoloft), buspirone, fluoxetine (Prozac)
pueden ayudar o empeorar la agitación e hiperactividad y los ataques de los niños con el
síndrome de Angelman. Deberían ser usados con cautela y con una cuidadosa vigilancia.
CLONIDINE (Catapres) es una medicina para la
presión arterial que ayuda para el control de comportamientos violentos y de fuertes
arranques. Su mayor efecto secundario es el insomnio.
PIRACETAM no está disponible en los Estados
Unidos. Un reciente programa de la televisión difundía el piracetam como tratamiento
para el síndrome de Down. Se utiliza para intensificar la memoria y el pensamiento en los
enfermos de dislexia y Alzheimer, pero su eficacia no ha sido probada. Parece tener alguna
propiedad para myoclonus pero no para ataques mioclónicos. Puesto que es un estimulante
cerebral, hay el riesgo teórico de que pueda empeorar los ataques.
¿QUE PUEDEN HACER LAS FAMILIAS?
Las familias que tienen más éxito en la ayuda y vigilancvia de sus niños con el
síndrome de Angelman son las que trabajan en equipo con sus doctores, personal docente,
amigos y vecinos. Los profesionales están obligados a formar parte del equipo también.
El primer paso para tener éxito en el tratamiento es comprender al máximo lo que se
está tratando. Si se trata de un ataque ¿de qué clase? ¿Es otra clase de síncope o
comportamiento?. El siguiente paso es fijar los objetivos del tratamiento. Es primordial
el conocimiento de las limitaciones y riesgos, y de las ventajas de los medicamentos y
otros tratamientos. Finalmente, el estar de acuerdo con el tratamiento proyectado es
indispensable para obtener las mayores ventajas y para decidir si el tratamiento conduce o
no a la meta deseada. Cuando renunciar debería ser una decisión conjunta entre los
padres y los profesionales. Los niños son todos distintos y la medicina casera no tiene
lugar. Cada niño tiene un gran valor y Dios está por encima de todo. Necesitamos
trabajar juntos para hacer cuanto podamos y ayudarnos unos a otros cuando las cosas no
vayan por el buen camino.

